

Tikker, el reloj de la muerte
Gina Vera
11 de octubre 2013
¿Qué harías si supieras cuanto tiempo te queda de vida? Una pregunta que nos hacemos cotidianamente como una forma de disfrutar la vida, pero que no se aleja mucho de la realidad con Tikker, el reloj de la muerte.
El investigador sueco Fredrik Colting ha creado este gadget que señala los años, los meses, los días, los minutos y los segundos que quedan para que su propietario se vaya de este mundo.
Colting señala que la bizarra idea fue creada para incitar a sus propietarios a disfrutar el momento, dice que debemos aprender a amar la vida y a aprovecharla cada momento siguiendo nuestro corazón.
“Más que un reloj de la muerte lo considero una especie de aparato de la felicidad”
El científico contó al Daily Express que la idea de desarrollar este experimento le vino después de la muerte de abuelo, lo que le hizo reflexionar sobre la caducidad de la vida y entender la importancia de disfrutar de cada momento.
“…si todos fuéramos conscientes de que se aproxima nuestro fin realizaríamos seguramente elecciones mejores.
El reloj funciona con los datos que agreguen del futuro dueño, antes de poner en marcha el reloj, se que responder a una serie de preguntas sobre su historia clínica y familiar como casos de alergia o enfermedades crónicas, sobre sus hábitos de consumo de alcohol, humo y dieta, y la actividad física.
TECNOLOGÍA
![]() Tikker |
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![]() ESQ reloj tikker |
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![]() Medidas |
Tras el recuento de puntos el usuario obtendrá la fecha de su muerte y el Tikker empezará a consumir el tiempo restante.
Por el momento, la única cuenta atrás que está en marcha es la del sitio web de crowdfunding Kickstarter, donde el «Tikker Team» - formado por Colting, junto al diseñador sueco Gustaf Wollin y la experta de marketing Rebecca deRosa- espera recaudar cerca de 18.500 euros antes del 1 de noviembre con las ventas de estos relojes.
El reloj cuesta 43 euros y ofrece la posibilidad de consultar también la hora normal, por lo que su poseedor puede fijarse mejor en qué hora es y no en cuánto tiempo le queda para morirse.